No voy a hablar de la festividad con ese nombre que celebran
los estadounidenses, allá por las cercanías de Navidad. Voy a hablar de “mi”
acción de gracias y de la acción de dar las gracias.
Porque, hoy, es un día de dar gracias por distintos motivos,
para mí… ¡Y me llena de felicidad hacerlo!
¿Qué es dar las
gracias?
Dice Louise L. Hay, la escritora y motivadora personal, que
dar las gracias – ya no a una persona en concreto, sino de forma íntima y a la
vida en general, o por la solución de problemas cotidianos, o por sentirse
especialmente bien en algún momento- atrae buena suerte. No creo que eso sea
como un conjuro mágico, pero le veo razonamiento lógico, en cuanto que el acto
de dar gracias relaja a quien las da, atrae la sensación de alivio y felicidad
y todo se hace con mayor ánimo y energía, después….Y es más fácil que, así,
salgan las cosas bien.
Esa escritora, la Hay, explicaba en sus libros que es bueno
incluso escribir pequeñas notas de agradecimiento, que pueden releerse de forma
privada y en voz alta en momentos puntuales del día: antes de irse a dormir, al
despertar, cuando se está bajo de moral…, y que, de ese modo, el espíritu
vuelve a sentirse un poco más lleno de alegría, esperanza, entusiasmo…Por
ridículo que parezca ir escribiendo en papelitos y leyendo en solitario,
valdría la pena si se consigue sentirse mejor, ¿no?...Lo anotaré en mi agenda, como
plan a tener en cuenta.
Y esto sería la vertiente personal y más egoísta de mostrar
gratitud, pero es que es mucho más y va más lejos, aunque apenas reparemos comúnmente
en ello. A ver si soy capaz de explicar ese enorme alcance.
El acto de dar las
gracias, repercusiones
Decimos la palabra “gracias” montones de veces en nuestra
vida; muchas veces al día, en algunos casos. La mayoría de ocasiones es una
mera fórmula de cortesía, como decir hola o decir adiós. ¿Vemos en realidad su
importancia?, no; pero, aun sabiendo que se dice de forma automatizada y por
urbanidad, a todos agrada oír un “gracias” de quien sea.
Recordad lo que es esa
palabra cuando suena sincera y es motivada, cuando se sabe porqué se agradece, cuando llega a uno o una llena de reconocimiento
por una labor, un detalle hacia otra persona, una buena acción. Estás
diciéndole al otro: “sé que me has ayudado, que eres buena persona, que haces
las cosas bien”. Dar las gracias, recibirlas, son actos de amor…, aunque suene sensiblero.
Porque, sí, todos sabemos que hay personas a las que le da pudor
hablar de amor (el genérico, el que está en todas partes escondido, no solo el
estereotipo sexual) y no digamos lo de dar las gracias sinceramente. Hay
personas a las que parece que les cuesta mostrar su afectividad, y mucho
más lo de dar o recibir agradecimiento humildemente.
Y, sí, ser agradecidos o aceptar la
gratitud ajena son, en ambos casos, actos de humildad, si son sinceros: el que
las da, porque muestra su reconocimiento a la otra persona; el que lo acepta,
porque lo hace en demostración de su disposición para ayudar, sin
vanagloriarse, ni ufanarse por ello. …De ahí el “no hay de qué”, que debería
ser también siempre sincero y elimina deudas. Ser humilde no es ser o demostrar
inferioridad, ni rebajarse ni ser rebajado, como parece pensarse en ocasiones.
La verdadera humildad es otra grandeza humana, que nos iguala a todos, que aparta
la prepotencia y el melindroso y descastado aparentar una dureza de corazón que
de nada sirve.
Así, pues, tenemos que, el hecho de dar las gracias, aporta
al “dador” alivio, esperanza, afecto, goce, tranquilidad, empatía…Y a quien las
recibe le da reconocimiento personal, autoestima, sentimiento de ser aceptado y
estimado, orgullo (del bueno) y valoración de sí mismo y de la persona que le
agradece…. ¿Porqué ser reacio a mostrarse agradecido o agradecida?...¡si es
estupendo!
Gracias a la Vida, o
llámala como quieras
Desde mi visión de no creyente de un dios externo,
independiente, enjuiciador y justiciero
o irascible, creo, en cambio, que hay algo entre los seres humanos superior a
lo que creemos o percibimos. Llámalo Dios, si te complace más; llámalo Fuente, Origen,
Ser Superior, Luz, Espíritu o invento cósmico..., solo por tu comodidad, que en
nada influye a mi íntimo sentir, ni al tuyo. Yo prefiero llamarlo Vida, con mayúscula.
A ese “ser” (que lo es porque “es”, no por corporeidad) le da poder de
manifestación nuestra propia existencia: existe porque existimos, discurre como
decidimos y porque vivimos, no tiene sentido ni forma de materializarse sin
cada uno de nosotros y nosotras. Depende de cada ser vivo y, sin embargo, es
poderoso en todas las vidas….Porque es la Vida.
Estoy con el
pensamiento que dice que, así cómo definas tu vida, será. Si decides que es, en general, “mala” o “dura”
o “cruel”, es muy posible que lo aparente o lo sea. Si decides que “no es tan
mala”, que también tiene cosas maravillosas, que te enseña tengas la edad que
tengas y seas quién seas…, puede que aprendas algo, con más alegría. Y luego
están los que le sacan partido y casi siempre lo pasan bien.
Por eso conviene ser agradecido con las cosas buenas, con
las satisfacciones, con los pequeños ratos divertidos, gratos, felices, con las
ocasiones de celebrar o incluso de remontar, después de una caída. Y con las
personas que conoces, las que van llegando a tu vida, las que, consciente o
inconscientemente, te enseñan, te ayudan, te hacen crecer interiormente…Porque
a ellas también las trae la Vida, y hay que saber verlas.
Por todo,
Hola Lola.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada tuya. Yo me considero una persona agradecida. Y no sólo agradezco a los demás todo lo que hacen por mí, también agradezco lo todo lo bueno que hay en mi vida. Sobre todo porque somos más felices cuando valoramos lo que tenemos y no nos preocupamos por lo que carecemos. Creo que es una excelente filosofía de vida.
Y ahora me vas a permitir que te de las gracias por tu amistad.
Un abrazo, guapa.
A mi me encanta verte por aquí, saber de tí y ser tu amiga. Así que, un "de nada" bien grande, porque el placer es mutuo ;)
ResponderEliminarLo que no significa que no me quede tus "gracias" (todas) para presumir de amiga.
Un abrazo y muchos besos.